Palabras del Dr. Serrano Migallón en la presentación de “Antología de académicos de la Facultad de Derecho”

Presentación del libro “Antología de académicos de la Facultad de Derecho”

21 de agosto de 2014

No sería un atrevimiento o, al menos, no uno infundado, decir que por la Escuela Nacional de Jurisprudencia pasaron los nombres más eminentes del siglo XX mexicano. Alfonso Reyes, Isidro Fabela, Luis Cabrera, Jesús Reyes Heroles, Alfonso García Robles, José Vasconcelos, Justo Sierra, Narciso Bassols, Manuel Gómez Morín, Octavio Paz. Si bien es cierto que no todos ellos se dedicaron de lleno a la práctica jurídica, aquella dignísima Escuela situada en el ex convento de la Enseñanza, y luego en la calle San Ildefonso, número 28, fue un referente obligado mediante estos y otros nombres para la construcción del México contemporáneo.

Nuestra querida Facultad de Derecho, elevada a ese rango en 1955, ha continuado, con singular prestigio y magnitud, el camino trazado por su predecesora. Prueba de ello es la cantidad de nombres ilustres que Ángel Gilberto Adame ha vertido en este volumen, no mayor que la calidad del trabajo, tanto docente como académico y jurídico, de esas mujeres y esos hombres, que construyeron con su empeño y cariño las bases de nuestra Escuela.

Al leer esta completísima antología, vienen a la memoria incontables momentos al lado de maestros, amigos y colegas; innumerables anécdotas que el tiempo ha dejado pasar, pero que vuelven al leer sobre la vida y obra de tantas personas conocidas; de tantos individuos ejemplares que con sus textos, su actuar, sus consejos y también con sus regaños, dejaron una impronta marcada en las paredes, aulas y pupitres.

Es notable la forma en que Adame López presenta los resultados de sus investigaciones biográficas. Reconstruir una vida en el papel no es cosa fácil; el mismo autor lo entiende mejor que nadie, y no se detiene en presentar únicamente un calendario de fechas célebres en la biografía de cada personaje.

Cuando habla de Juan N. Frías y Fernández, por ejemplo, Adame le aclara en dos breves apéndices al lector que se encontró, dice, “con una gran cantidad de datos ambiguos y contradicciones”, como por ejemplo, que don Juan nació en 1884 y se recibió de abogado a los cuatro años de edad. Adame corroboró en el Registro Civil de Querétaro la fecha exacta del nacimiento de Frías, y después logró obtener una copia certificada de su acta de defunción, donde se acredita su muerte en 1921 y no en 1918, como citaban varias fuentes.

Éste es sólo un ejemplo entre otros 262, que menciono como simple acotación para invitar a descubrir la calidad de la exhaustiva investigación de Ángel Gilberto. Dicha búsqueda meticulosa de la certeza académica habla no solo de su intachable profesionalismo, sino que refleja, al mismo tiempo, su origen universitario y su calidad como un hijo más de esta Facultad.

De la misma manera, Adame hace justicia a los maestros del exilio español. Las biografías de Manuel Martínez de Pedroso, Aurora Arnaiz Amigo, Niceto Alcalá Zamora y Castillo, Victoria Kent, Mariano Ruiz-Funes, Felipe Sánchez-Román, Demófilo De Buen, entre muchos otros nombres opuestos a la tiranía y partidarios de la justicia y la ley, engalanan todavía más las múltiples páginas de este libro, al igual que esos juristas eminentes ornaron a muchas generaciones con sus grandes conocimientos cuando fueron traídos por el mar.

Como detalle particular, ha sido doblemente agradable que esta antología dedique como epígrafes, al principio de la biografía de cada uno de sus protagonistas, una frase tomada de sus obras. Asimismo, dicho epígrafe se complementa con la remembranza de algún otro miembro de nuestra Facultad hacia el final de cada semblanza.

No hace falta ahondar en la riqueza de la antología que ha compilado Ángel Gilberto Adame López. Sus páginas son a la vez historias de vida, anecdotario, recuerdo, nostalgia y esperanza en que la Facultad de Derecho, cimentada sobre los valores éticos y profesionales que siempre la han caracterizado, siga siendo el máximo referente en el estudio de nuestra disciplina en todo México.

Libros como éste deberían escribirse todos los días. La fuerza de esta antología, como la de nuestra Facultad, reside en la suma de sus partes. Agradezco sinceramente la invitación a la presentación de este libro, y específicamente la atención de Ángel Gilberto Adame López desde su escritura hasta hoy. Quiero felicitarlo por la calidad de su investigación, por la enorme aportación a nuestra biblioteca y a la memoria histórica de nuestra casa.

Dr. Fernando Serrano Migallón.

El libro “Antología de académicos de la Facultad de Derecho” fue presentado el 21 de agosto en el Auditorio García Máynez de la Facultad. Está disponible a la venta en este enlace.