Si en una rosa estás tú

Por Alberto Sánchez

Vivimos en una época de grandes oportunidades y gran apertura en la que todos pueden subir lo buenos que son en algo en Internet.

Ya sea abriendo botellas con la boca o simplemente siendo imbéciles que escriben cada semana una columna, la Internet tiene un lugar y unos billetes para ti. Sin embargo, a pesar de los innumerables secretos y beneficios que ofrece este oasis de nerds y bebidas alcohólicas manuales de dudosa procedencia, hay algo que ha salido a la luz, probablemente de la cabeza de José José, y que muy pocos saben que existe: El derecho a ser olvidado.

Así es, el derecho a ser olvidado, el derecho a ser borrado de la faz de Internet para que nadie recuerde lo que fuiste.

Pero ¡hey!, no nos emocionemos, no llames a Google México para que borre el video en el que sales alcoholizado, gritando incoherencias sin playera en la Minerva de Guadalajara. No. Estos fallos son europeos. Así es, el más alto tribunal de Europa falló que un individuo puede solicitarle a los motores de búsqueda que quitaran algunos vínculos sobre sí mismo. Google está acostumbrado a manejar peticiones para eliminar cosas. Recibió más de 25 millones de peticiones de empresas que afirman que los resultados de Google están vinculados a material que infringe derechos de autor.

Google también recibe miles de peticiones de gobiernos para eliminar enlaces. Google cumple con menos de la mitad de las peticiones del gobierno pero no especifica su tasa de cumplimiento para peticiones relacionadas con derechos de autor.

Pero las leyes de derechos de autor y muchas otras son considerablemente más claras que la prueba de “Relevancia al interés público” que Google ahora debe acatar en Europa.

Ahora cualquiera (personas que vivan en Europa y, potencialmente, las que vivan fuera) puede solicitar a los motores de búsqueda que quiten los enlaces a información en línea, si cree que ellos violan su derecho a la privacidad. Juicios pasados por violación, videos pornográficos no autorizados o la última metida de pata de un político: todos tienen ahora la posibilidad de ser borrados de la faz de Internet.

Ya se han presentado 70.000 solicitudes en un formulario en línea que creó Google, el buscador más importante y actual amo de las llaves de La Red. Sin embargo, proporcionó pocos detalles sobre cómo decide cuáles enlaces quitar y apenas, a finales de junio, empezó a decirle a las personas si había aceptado sus solicitudes. Pues porque YOLO swag.

Varios expertos ya han señalado lo imposible e impráctico del fallo y la medida, ya que Google no posee la logística para atender a cada uno de los quejosos que desean borrar su pasado de este gran muro de la vergüenza en el que nadie olvida.

Sin embargo, a pesar de que miles de personas y políticos busquen enterrar sus peores historias en un terreno baldío del ciberespacio, la posibilidad práctica de que esto ocurra sigue siendo muy remota. Y qué bueno.

 

Carpe diem. Sowy not sowy.